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OSACC Haro Rioja Vóley remonta un 0-2 en contra

sábado, 26 de octubre de 2019 23:46

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OSACC Haro Rioja Voley se complicó la existencia desde el primer momento ante un equipo, el AD Algar Surmenor que, ciertamente, justificó, y de qué manera, su presencia en la cuarta posición de la Liga Iberdrola, a pesar de ser un novato en la categoría. Bien asentado en segunda línea, el Algar se aferró a la pegada de Bugman, Devon y, sobre todo, de Belcher para sacar de plano a la escuadra local, que se movió a remolque durante los dos primeros asaltos. Demasiados errores no forzados de las azules al comienzo
En el arranque aprovechó un error de Hurst en un remate paralelo, que se fue fuera, para iniciar un trayecto que parecía conducirle a la victoria. Obligó a la respuesta inmediata del OSACC Haro para mantener el pulso, pero en la precipitación, y a pesar de los plenos de Aida Etxebarria y Ane Cengotitabengoa que permitían mantener las distancias (3-5), el cruce de golpes sólo condujo a un espejismo. Fue un empate, el único de ese punto (10-10) que respondía al empuje de Marta Hurst, onmipresente en dos y cuatro, en posición de zaguero y hasta en el saque, donde iba a poner en muchas complicaciones a la recepción cartagenera.
Pero ni siquiera esa entrega incondicional, ni las aportaciones de Sofía Bulgarella y Paola Martínez, tampoco alguna pifia aislada de Vanesa López en campo contrario, sirvieron para reconducir la marcha de un set que se espaciaba de forma paulatina (14-19), a pesar de la reacción de las azules que presionaron sobre la posición de Belcher para estrechar las diferencias (16-19) que un bloqueo inapelable a Hurst y un remate de las cartageneras a la corta (18-23) convirtieron en insuperables (20-25).
Fue todo un mazazo para el equipo de Avellaneda que rebuscaba en el banco para lograr más intensidad y equilibrio, también más regularidad en las circulaciones, sin encontrar la respuesta definitiva, porque los errores no forzados estaban dilapidando las opciones de las locales.
Tampoco lo logró en el segundo asalto del partido. Dos errores en recepción (0-2) abrieron la puerta de la defensa jarrera que cabó reaccionando y aprovechando un fallo de Belcher, con un envío lejos de la línea de fondo, para remontar y situarse, por primera vez, por delante en el luminoso (4-3), aunque el error de las locales en el saque (4-4) devolvía a la grada a la dura realidad después de una fase que pareció redescubrir al mejor OSACC Haro.
Otro espejismo. Con 14-9, Paola Martínez pareció salir al rescate de sus compañeras. Fue una sensación que pareció diluirse con un 'block-out' de Belcher (18-15) y un implacable cruce de golpes en el que se mantuvo la distancia (20-18 y 20-19), pero que acabó minando el físico de uno y otro equipo.
Con Devon y Bugmann en vena, al cuadro azul se le hacía casi imposible superar ya la defensa de primer línea y terminaba cediendo a la ofensiva liderada por Belcher, una vieja conocida que abría brecha para sembrar todas las dudas del mundo en la cancha local, al tensar la cuerda aprovechando un error en recepción que confirmó la igualada, primero (23-23) y asistir después a un remate brutal de Paola Martínez que otorgó a las azules una bola de partido finalmente desaprovechada (24-23).
Un error en defensa reordenaba la situación (24-25) y Belcher, quién si no, asestaba ante el bloqueo el último golpe de gracia (24-26). El OSACC Haro, contra las cuerdas.
Avellaneda trataba de entender qué estaba sucediendo y a que respondía la fragilidad mostrada, no tanto en recepción como en defensa, y aplicó medidas correctoras que acabaron sentando las bases de una remontada épica. Y fulgurante, además.
Fue así como su equipo ganó consistencia y comenzó a imponer una superioridad incontestable, casi tiránica, que redujo la presión del Algar a cenizas. Afrontó el tercer set con una mínima ventaja (3-1) que apenas dejaba traslucir el bajón de las visitantes en su reserva. De Blas, más presente en cancha, se encargó de encauzar ese proceso de transformación que terminó convirtiendo al rival en una anécdota (8-3) con la aportación de Paola Martínez que sumaba puntos (17-8) y cerraba el paso al conjunto visitante, completamente desconocido y superado por la avalancha del OSACC Haro que convertía ese set en un paseo final, rematado al cierre por De Blas (25-12).
Si la relación, o entrega, advertida en las filas del equipo dirigido por André Collin no dejaba de ser una treta para ganar oxígeno de cara al cuarto punto quedaba supeditado al saldo de ese asalto que se suponía decisivo.
Los dos conjuntos parecieron entenderlo porque la reanudación del juego trajo a primera fila un nuevo pulso marcado por mínimas diferencias en los parciales (3-2) al que, paradójicamente, puso punto final un saque marrado por Sofía Bulgarella (4-3). A partir de ese momento, la pegada pareció más brutal a ambos lados de la red, pero mucho más efectiva y acertada en el OSACC Haro que reforzaba, de paso, su bloqueo en el eje central para sentar las bases de un nuevo triunfo parcial (9-6).
Devon trató de retener la marcha de su contrincante con un remate sin respuesta (11-9), y un 'block-out' favorable a sus intereses y un remate a la red apuntalaron su andanada (13-11). Pero en ese escenario de máxima presión apareció Soares, para dar descanso a Bulgarella, y Belcher envió fuera un remate claro dejando entrever que se fundían sus opciones (16-11). Todo un síntoma de lo que vendría después.
Al OSACC Haro le bastó con gestionar esa ventaja, dejar que el Algar agotase su físico y esperar que cayese de maduro, dejando que exprimiesen hasta la última gota de su depósito para morir en la playa (25-22). Las locales forzaban el quinto y definitivo, y dejaban al Algar Surmenor con el tanque de combustible en la reserva.
Que en el quinto y último cruce se topasen con un apabullante 15-3, tras el 8-0 inicial, no hacía sino demostrar que sus posibilidades de éxito sólo fueron reales mientras mantuvo el físico ante un equipo, el OSACC Haro, que terminó más sólido en todos los apartados.
Informa OSACC Haro Rioja Vóley