La SVM seguirá viviéndose en Cabezón de la Sal

Con la apoteosis del triunfo en un emocionante duelo ante el CV Melilla resuelto en el tie break la Superliga de voleibol se despide por unos meses de Cabezón de la Sal, que vivirá con el Voley Textil Santanderina el quinto curso consecutivo en la élite tras asegurar en la penúltima jornada la continuidad en la máxima categoría. Con un pabellón Matilde de la Torre una vez más lleno, el Voley Textil Santanderina padeció una vez más en lo que ha sido su talón de aquiles en esta temporada, un mal comienzo del que se aprovechó un CV Melilla muy metido en el partido para situar el 0-1 en un abrir y cerrar de ojos. 13-25 en un primer set que consiguieron los visitantes decantar a su favor muy pronto, sin que se vislumbrara reacción en las filas del Voley Textil Santanderina, aunque sí que la afición se mostró confiada en un equipo que siempre consigue ir a más en los encuentros.

Más equilibrado resultó el comienzo del segundo set, con intercambio de puntos y empates, manteniendo la iniciativa Melilla hasta que un bloqueo de Siba supuso el 9-8 y la primera ventaja del partido favorable al Voley Textil Santanderina. Un saque directo de Juan Escalona supuso el 11-8 para que la diferencia resultara más amplia para los cabezonenses, llegándose al tiempo técnico con 12-9 gracias a un punto de Ángel Rodríguez. Empezaban a carburar los de José Ignacio Marcos y el marcador de 17-12 obligó a David Sánchez a pedir un tiempo muerto que surtió efecto con cuatro puntos consecutivos hasta ajustar al 17-16 el marcador con Nassini al saque despertando dudas en las filas textiles. Apuntarse el set no iba a resultar sencillo y a la veintena se llegó con igualdad, pero en un punto largo consiguió distanciarse por 22-20 el Voley Textil Santanderina y así llegó otro tiempo visitante, que en esta ocasión no funcionó porque el bloqueo de Fran Calzón y después de Valter hizo que el segundo set concluyera con 25-21 y la igualdad reinara de nuevo en el luminoso.

El Voley Textil Santanderina había remado lo suficiente para equilibrar el choque y dio paso a un tercer parcial en el que ninguno de los dos equipos conseguía despegarse en el marcador porque los aciertos y los errores se sucedían en ambos bandos. Parecía más dominador el Voley Textil Santanderina, pero esa convicción de los aficionados y jugadores no se traducía en ventaja, así que el CV Melilla conseguía mantener la incertidumbre y la emoción sobre la pista y en un graderío en el que el sonido de los campanos parecía marcar el camino y ofrecer de guía al equipo. 24-22 y el set en el bolsillo...pero el CV Melilla no iba a dar su brazo a torcer, así que puntuó y Nestor Orellana arriesgó con un saque directo que puso el 24 iguales. Tiempo muerto de José Ignacio Marcos para afianzar las ideas y en recepción y ataque volvió a funcionar el equipo, pese a los intentos visitantes de alargar el parcial éste quedó del lado local con 27-25, marcador concluyente de la igualdad que se vivía en el Matilde de la Torre.

Tuvo el Voley Textil Santanderina un comienzo de cuarto set fulgurante, con Siba desatado para situar el 4-1 que motivó el primer paso por banquillos de ambos equipos, lo que acabó por provocar un empate a ocho en el luminoso para restablecer la igualdad. Juan Escalona y Ángel Rodríguez contactaban para mantener el equilibrio, pero la defensa del CV Melilla le acababa por situar en ventaja 10-12 y de ahí se pasó al 15-19 y al tiempo técnico de José Ignacio Marcos, esperando una reacción que llegó de forma intermitente. El saque de Iribarne se convirtió en clave con una ventaja de 18-22 y la entrada en cancha del canterano Chema Palencia, que hizo un punto directo para situar el 20-22 y llevarse una ovación inolvidable, como las que se llevaron Egusquiza y Moncada, asumiendo un ligero papel protagonista como premio a un gran trabajo durante el año. Pero CV Melilla metió la directa y aprovechando errores locales ganó 20-25 y forzó el quinto y definitivo set, en el que comenzaron mejor situando un rápido 2-4 que obligó a Marcos a llamar a filas a sus hombres. Hubo reacción y la grada creyó aún más en su equipo con apariciones de todos los hombres en defensa, colocación y ataque. El saque de Ángel Rodríguez creó dudas a la recepción melillense y el 5-4 permitió al Voley Textil Santanderina espantar cualquier fantasma en busca de la permanencia. Chimo, Osado y Manu seguían con su trabajo oscuro pero imprescindible para que Juan encontrara más que nunca a Siba, que lideraba el ataque y una renta de 9-5 que ilusionaba de nuevo no solo a un pabellón, sino a todo un pueblo.

Momento clave y cuando Cabezón cree los resultados acaban por llegar, así que la victoria en el último partido del curso en el Matilde de la Torre tenía que ser local, finalmente por 15-11 gracias a un error visitante en el saque que desató toda la algarabía entre el millar de aficionados y su equipo. Y Cabezón de la Sal volverá a ser de Superliga un año más y el voleibol nacional volverá a fijar sus ojos en un pueblo que sigue soñando despierto con los mejores y que sigue sin vislumbrar su techo, porque a base de entusiasmo, tesón y esfuerzo, un modesto proyecto con más de cuatro décadas de historia se aseguró en otra tarde mágica su continuidad en la élite.

Informa Textil Santanderina