Heidelberg Volkswagen se impuso este domingo a Avarca de Menorca en el Palacio Multiusos de Guadalajara para arrebatarle a las baleares el trono de la Supercopa y coronarse campeonas por primera vez en su historia (20-25/25-22/25-16/24-26/15-10). El equipo grancanario se rehizo tras ceder el primer set y estuvo cerca de consumar una remontada directa en las tres mangas siguientes, pero las baleares aguantaron el arreón para llevar el duelo a un desempate en el que ya no podría parar los pies a las de Santi Guerra.
Arrancó muy igualado el primer set, en el que a partir del 8-8, Avarca de Menorca mandó siempre en el marcador. Eso sí, lo hizo con un margen muy corto, por lo que no fue hasta la recta final cuando las ganadoras de la pasada edición lograron despegarse del aguerrido club grancanario para cerrar la primera manga por 20-25.
La reacción de Heidelberg Volkswagen llegaría ipso facto en un segundo set resuelto al límite por detalles. El nombre propio del segundo parcial fue el de Lola Hernández, jugadora clave en el bloqueo de Heidelberg Volkswagen. Precisamente eso, el acierto en el centro de la red, fue lo que sustentó la igualada lograda por las canarias con un 25-22.
El subidón anímico fue notable en el equipo dirigido por Santi Guerra, tanto como el paso atrás dado por las jugadoras de Avarca de Menorca que de pronto se vieron muy superadas por el rival. La amplia ventaja lograda por Heidelberg Volkswagen en los primeros compases, un vistoso 9-3, acabó pronto con la historia de un parcial resuelto sin demasiada oposición de las menorquinas por 25-16.
No se esperaba otra cosa que una final de emociones fuertes y, como no podía ser de otra forma, la batalla de tú a tú regresó en el cuarto set. Destacó el buen hacer ofensivo de Laura Pascua, que permitió a Avarca de Menorca neutralizar el gran nivel desplegado al otro lado de la red por Matienzo y Hernández, y sellar el set por 24-26, conduciendo el partido a un desenlace de infarto… en el tie-break.