Fichaje del Unicaja Costa de Almería
Mario García, el mejor joven español de los últimos años, que ha brillado también en Europa siendo pieza clave de las selecciones formativas de España, hará su debut al máximo nivel en las filas de Unicaja Costa de Almería.
No es llegar, sino mantenerse. Mario García sabe perfectamente cómo se hace. Sí, muy joven, pero reflexivo y de cabeza amueblada a medida para llegar a donde siempre ha estado predestinado. Desde aquel día de su infancia en el que tomó la decisión de colgar las botas de fútbol para dejarse puestas para siempre las rodilleras de vóley, inició un camino que ha venido transitando con suma facilidad. Nacido para el voleibol, está claro, ha dado la sensación de que podía jugar en Superliga incluso siendo cadete. Eso es presión para cualquiera, pero no para este receptor de ciento ochenta y ocho centímetros, para ‘El Elegido’, que se presenta pleno de confianza a ser consagrado de manera definitiva.
Ha elegido a Unicaja Costa de Almería y toda la historia del club para una ‘ceremonia’ que le hará entrar en la Superliga no como futuro, sino como presente. Tras una ‘vida Mintonette’ y un año en Palencia, Mario García se integra en “un proyecto muy ambicioso, encabezado por Pablo Ruiz, del que hay que tener en cuenta también sus jugadores veteranos, como Borja Ruiz, que ya ha vivido varias etapas aquí en el club, de los cuales yo puedo aprender bastante”. Referentes por posición, “Fran Iribarne, que vuelve”, y “Pepe Villalba, que llega nuevo”, sobre todo porque ambos han defendido y defienden la roja de España: “Los dos han tenido la experiencia de las categorías inferiores y de la absoluta de la Selección”.
Cinco jugadores con ese rol, la joven perla no dejará la escapar la oportunidad: “Pienso que puedo aprender bastante de todos, y eso es lo que haré”. De hecho, a pesar de que asume lo que se espera de él en el mundo del voleibol, no abandona la humildad como timón que confirme su estrellado: “Bueno, yo al final soy el más pequeño, o de los más pequeños, que llega al primer equipo, así que sobre todo quiero aportar mis ganas, mi ambición, mi deseo de competir y mi sentimiento de humildad, y, por supuesto, muchísimo trabajo”. Dicho eso, su proyección imparable sale a la luz con nombre de títulos: “Obviamente también aportaré mis ganas de competir al máximo nivel y conseguir lo mejor para el club esta temporada”.
Como se ha dicho anteriormente, sabe mantenerse una vez que llega, de lo que ha hecho demostración tras demostración en sus memorables actuaciones con los Mini RedLynxes. Habitual en los septetos ideales de las sucesivas competiciones continentales, la faltaba ya solo una confirmación mundial que le ha llegado este mismo verano. Primero, clasificación, y después, fase final en Uzbekistán para una medalla de bronce que ha hecho historia para este país. Lo ha compartido con otros dos verdes, Joaquín Cañadas y Jesús Ríos, tridente espectacular para hacer más ilusionante este proyecto de Unicaja Costa de Almería. Mario sigue en la nube: “El poder jugar un Mundial y competirlo hasta el final, hasta conseguir ese bronce, es una experiencia única, inolvidable”.
Está en su perfecto derecho de reivindicar que a ella se ha llegado tras muchos años, poco a poco, avanzando en su madurez: “Esta experiencia tan maravillosa se nos brinda gracias también a nuestro trabajo, y nos sirve de mucho, porque no hay muchos jugadores que a tan corta haya podido disfrutar de tantos encuentros a nivel internacional y a tan alto nivel como está haciendo nuestro grupo de la selección”. Es una obviedad que “nos viene muy bien para coger experiencia y prepararnos para futuros retos”, hablando en primera persona de sus deseos de continuidad en la selección absoluta. Para ello, “Unicaja es el club idóneo, de los clubes más grandes de la Superliga, y está en mi ciudad”.
Agradecido a la entidad ahorradora, “que me ha brindado esta oportunidad, que confía en mí”, tiene previsto saldar esa ‘deuda’: “Le voy a devolver todo mi agradecimiento a base de trabajo y de esfuerzo, siempre intentando dar lo mejor de mí”. Pero, algo muy valorado por el club blanquiverde, es que sabe reconocer a quienes le han acompañado en su camino: “Empecé en el Colegio ‘Virgen del Mar’, como muchos otros; también jugaba al fútbol, pero me acabé decantando por el voleibol y tuve la suerte de poder coincidir y compartir con muy buenas personas en este deporte, con muy buenos entrenadores que me hicieron amarlo y disfrutarlo”. Lo habitual ha sido verlo varias categorías por delante de su edad.
Los nombres propios que ha querido destacar han sido los de “Álex Mondi, Cristina Ortega, Juan Ignacio Peñas ‘Juanichi’, Antonio Millán y Manolo Berenguer”, insistiendo en que está “muy agradecido con ellos por siempre creer en mí, por enseñarme tanto y por darme todas las oportunidades del mundo para que yo pudiera mejorar”, dicho textualmente. Ahora toca una Superliga que “sí que es verdad que últimamente está subiendo de nivel”, y “se ve, por ejemplo, este año, con Guaguas fichando a Juantorena, una leyenda del voleibol mundial”. Por supuesto, “Unicaja Costa de Almería, uno de los más grandes a nivel histórico, siempre busca estar ahí arriba, así que la idea del es competir por todo lo posible”.
De Mario García se puede esperar todo lo mejor, saltándose la ‘casilla’ de adaptación para ser ya directamente un jugador de garantías. Con él cierra el club ahorrador una plantilla de catorce efectivos y mucha competitividad en todas las posiciones, básico para tener un nivel de entrenamiento a ritmo de títulos, además de un enorme potencial joven. García, Ríos y Cañadas, más Tarrazo, tienen entre ceja y ceja continuar los éxitos en la selección, todavía una categoría por debajo de la absoluta y con toda la motivación necesaria para ganárselo en el día a día del club y de la Superliga.
Sus generaciones de 2007 y 2006, más César Irache de la 2008, siguen la mejor estela, la del año 2011, con los Borja Ruiz, Almansa, Llabrés, Bugallo, Fran Ruiz y compañía, quintos en Brasil en el Mundial junior, y los Villena, Fornés, Vigil, Trinidad, Juanmi y demás, plata en Argentina en el Mundial juvenil, siendo Paco Hervás y Miguel Rivera los seleccionadores respectivos de aquel momento. Están dejando claro que el voleibol español está muy bien nutrido de talento no exento de esfuerzo y ganas. Mario García, almeriense, es más que probablemente el ‘abanderado’ del relevo generacional, fijo en los equipos titulares de todas las sucesivas categorías inferiores de España y capitán por derecho propio