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Tercer día: Una #Familia gana, la otra #Familia pierde con dolor

sábado, 14 de septiembre de 2019 1:00

Diario de los Red Lynxes.

Hay formas de perder. Todas duelen, pero algunas más que otras. Eso le pasó a los Red Lynxes en su estreno continental frente a Eslovaquia. Después de hacer lo más difícil, después de remontar dos sets en contra, el equipo español perdió por 2-3 con un dramático 16-18 final. 
Pero tenemos que retroceder en el tiempo para repasar una jornada de viernes que de inicio pintaba bien. Los jugadores tuvieron por la mañana una breve sesión de activación, donde el buen ambiente y las ganas se palpaban. Todos tenían ganas de que arrancara la competición y poner encima de la mesa todo lo trabajado. 
Para colmo, los Red Lynxes tuvieron una inyección de moral en el camino de regreso al hotel. La #Familia, como se le conoce en el Mundial de China al equipo español de baloncesto, estaba en plena remontada. En el bus, los móviles para ver el tiempo reglamentario, en las habituaciones del hotel buscando un canal para ver la primera prórroga e, incluso, en el comedor, la tablet de Miguel Rivera para ver la segunda prórroga. No está bien que haya dispositivos durante la comida pero el seleccionador Fernando Muñoz entendió que la ocasión merecía una excepción. 
El triunfo del Basket levantó aún más el animo de unos Red Lynxes que en el bus camino del pabellón se dejaron motivar por la música de Andrés Villena. Había ganas de partido y, de hecho, la otra #Familia, la nuestra del voleibol, saltó a la pista en cuanto terminó el duelo entre Serbia y Alemania, a pesar de que faltaba casi una hora para el inicio del encuentro.
Del partido en sí no voy a hablar (me remito a la brillante crónica que hay en la web de la RFEVB) pero sí diré que los inicios de set de España en los dos primeros juegos no tuvieron su merecida recompensa. Dos derrotas por 23-25 que obligaron a una remontada que se rozó con los dedos, 25-20 y 25-16, pero que terminó en un cruel e injusto 2-3, con un 16-18 final.
Rostros de cansancio y de decepción en la grada, durante el Bélgica-Austria que se jugaba después, y también en el autocar de regreso al hotel. Todos eran conscientes de que se había perdido una batalla muy importante, pero no la guerra. Toca levantarse, curarse las heridas y pensar ya en el duelo de este domingo frente a Bélgica en Amberes. Hoy toca traslado, pero de eso hablaremos mañana.  
Firma. Iñigo Torres