Selección Masculina

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Quinto día: Lo que mal empieza...

domingo, 15 de septiembre de 2019 23:33

Selección Masculina

Los Red Lynxes cayeron por un claro 0-3 frente a los anfitriones de Bélgica, en un mal partido de los hombres de Fernando Muñoz. El ambiente, los horarios, los retrasos, hicieron del día una jornada extraña que no dejó buen sabor en el equipo español.
Los que hayan tenido la curiosidad de leer este diario en jornadas anteriores sabrán ya que los Red Lynxes no pudieron conocer la pista de juego el día anterior al partido, como marcan los cánones de la competición. Eso provocó que el equipo español tuvieran que apretar su agenda del domingo para, al menos, visitar la cancha horas antes del encuentro.
Madrugón, desayuno rápido y traslado al Lotto Arena para ver un pabellón doble, con una sala grande para más de 10.000 espectadores -donde se jugará la segunda fase-, y una más pequeña de 6.500 asientos, donde se celebraba a las 15:30 horas el partido contra los anfitriones belgas.
Apenas una hora estuvo el equipo en el recinto para volver a tiempo de un almuerzo o comida a las 11:30, ya que a las 13:45 salía de nuevo el autocar al pabellón y había que intentar descansar algo antes. Ante tanto trajín, unos optaron por desayunar poco y comer mucho, otros por desayunar mucho y comer poco, y hubo quien ya no sabía si untar el croissant en la salsa de tomate o ponerle café al pollo.
A las 13:45, con el tiempo más que justo, estaba prevista la salida hacia el partido. Los Red Lynxes estaban puntuales en el hall del hotel, pero no así el equipo belga que iba en el otro autocar. Tras varios minutos de espera, el propio seleccionador Fernando Muñoz mostró su enfado por el retraso, poniendo un punto más de tensión a la importancia del encuentro.
Luego llegó el partido, con un Lotto Arena con más de 5.000 espectadores muy ruidosos y bien coordinados por el speaker y la espectacular megafonía del pabellón. España aguantó bien hasta mediado el primer set, y un poco al inicio del segundo, pero después fue un azucarillo en manos del rival, con un tercer juego para olvidar. 
El 0-3 escoció mucho, pero toca pasar página rápido y pensar ya en una Serbia que se impuso a Eslovaquia también por 3-0, bajo la atenta mirada en la grada de los jugadores españoles. Luego regreso en autocar para la última comida/merienda/cena del día antes de retirarse a descansar.
Mención aparte merece el autocar que lleva al equipo, con asientos de cuero, con mando a distancia -uno nunca había visto abrir un autobús a tres metros de distancia-, y un conductor poco expresivo pero empeñado en congelar a los españoles con un aire acondicionado "para pingüinos". 
P.d. Llega el lunes y con el cumpleaños de Miguel Ángel de Amo "Ío". Si el catarro se lo permite, seguro que pondrá el buen rollo y la nota de humor que caracteriza al colocador español y que tanto necesita el equipo para esta nueva jornada del Europeo.
Firma Iñigo Torres